viernes, 30 de noviembre de 2007

Una cuestión inalienable

La pobreza representa un grave problema social que tiene implicaciones éticas, económicas y políticas consideradas como de primer orden. Sectores muy amplios de la población en nuestro Continente están afectados actualmente por una marcada situación de desempleo, de abandono, de hambre, de desnutrición y de marginalidad.
Esta condición atenta contra los derechos humanos y coloca, al gran número de personas afectadas, en situación de constante desasosiego social por lo que la estabilidad democrática en muchos países Latinoamericanos se ve seriamente comprometida, ya que es difícil el pensar que ella pueda afianzarse en tanto grandes sectores son excluidos de la economía y de la sociedad.

Un desafío para Latinoamérica
La pobreza existente en Latinoamérica, es un reflejo de la gran desigualdad que atenta contra el crecimiento económico, que dificulta los procesos de integración e impide que se den las condiciones deseadas para afrontar las exigencias del desarrollo y garantizar la seguridad del continente.
¿Nuestros vecinos insertos?


Si bien es cierto Argentina es el segundo exportador agropecuario y el tercer productor agrícola de la región latinoamericana, lo cual debería ubicar este país dentro de los mejores niveles ecónomicos:pero los beneficios que genera el sector no parecen revertir en el conjunto de la población. Se estima que la pobreza afecta a un 29,9 por ciento de los argentinos, siendo la incidencia mucho mayor en las zonas rurales. Allí, los datos disponibles de 2003 muestran que la pobreza extrema o indigencia afectaba al 40 por ciento de los hogares, en torno a 1,2 millones de personas.



La crisis económica que azotó el país en 2001 supuso un grave retroceso en las condiciones de vida de un país de ingresos medios como la Argentina. Si en 1999, antes de crisis, el porcentaje de población pobre era del 23,7 por ciento, la cifra prácticamente se duplicó con la recesión alcanzando el 45,4 por ciento en 2002. El país se está recuperando con rapidez de la crisis pero la incidencia de la pobreza al día de hoy aún es mayor que en la etapa anterior a la recesión.